Conoce cómo el equipo de robótica de la Escuela Secundaria Carl Hayden utiliza la impresión 3D para empujar los límites del aprendizaje y dominar las habilidades STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas por si siglas en Inglés), las cuales les permitirán ser la próxima generación de innovadores, que les aseguran el éxito en un mundo que está en constante cambio.
Los equipos de robótica de la escuela secundaria nunca habían sido reconocidos, y tal vez ninguno llegó a ser tan impresionante como el talentoso equipo de estudiantes de 12º grado, que conforman Falcon Robotics. Este grupo fue desarrollado por el entrenador Faridodin "Fredi", un maestro de Ciencias Marinas. Falcon Robotics fue impulsado a la notoriedad en 2004 cuando compitieron contra escuelas secundarias y universidades para ganar un campeonato nacional.
Falcon Robotics trabaja como una pequeña empresa, el entrenador Fredi menciona, "diferentes equipos colaboran para diseñar cosas como la navegación del Software o sistemas de propulsión, solucionando problemas pequeños y juntos resuelviendo los desafíos más amplios planteados por la competencia ".
Con acceso a impresoras 3D MakerBot confiables e intuitivas, este equipo es capaz de aprender nuevas habilidades mientras prototipa robots a un ritmo más rápido.
Con el uso del diseño 3D mecánico y equipos de marketing, el club equipó un laboratorio de computación y un espacio de fabricación donde cuentan con una máquina CNC y 3 impresoras MakerBot. Año tras año, continúan iterando en su robosub, y tratán de mejorar su capacidad para realizar diferentes tareas autónomas submarinas. Antes de que tuvieran impresoras 3D, las partes de sus robots tenían que ser hechas de metal en una máquinaria externa o contratando un servicio de impresión en 3D fuera de la escuela.
Al usar este método de fabricación y diseños externos, no dieron a los estudiantes el nivel de experiencia, práctica y retroalimentación que necesitaban. Además, la externalización de piezas metálicas o impresión 3D era muy costoso y tomó varias semanas para que estuvieran listas. Una vez que los estudiantes fueron capaces de hacer ellos mismos las piezas, se sorprendieron por la facilidad y rapidez con que las impresoras MakerBot podían ayudarlos a tenerlas de forma física en un menor tiempo. Observando cómo ese cambio ayudó en el aprendizaje, Fredi comenta que la reducción en el tiempo y la habilidad necesaria para crear piezas aumentó los ciclos de aprendizaje de los estudiantes y que fueron capaces de diseñar las modificaciones necesarias y enfrentarse a nuevos retos.
La impresión 3D es una herramienta invaluable para mejorar la participación de los estudiantes y revela potenciales como pensadores dinámicos. Al principio, los torpedos que crearon estaban mal balanceados con mala hidrodinámica y un lanzamiento con mecanismo poco fiable. Mediante el uso de una variedad de impresoras MakerBot, pudieron probar y refinar diseños en sólo una semana.
Las impresoras 3D en el equipo de Falcon Robotics hacen notar su ilimitado potencial, pero también son un símbolo de su mentalidad adaptativa. Desde las rejillas internas que organizan la electrónica a bordo del submarino hasta las piezas externas que soportan su batería y propulsión. El software intuitivo y el hardware confiable son esenciales para un espacio de producción, e importantes para un equipo de robótica que está por construir un submarino.
MakerBot está liderando el camino e innovando curvas de aprendizaje más cortas y todas las maneras esenciales para que las escuelas puedan implementar y apovechar en su totalidad las impresoras en 3D. MakerBot se enorgullese por transformar ideas innovadoras en productos reales de éxtito.
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