¿Qué se necesita para construir un drone?, eso es lo que en una clase de estudios de diseño en la Escuela Secundaria Católica John Paul II en Londres, Ontario, Canadá, se preguntaron después de intentar comprar un drone para un proyecto de investigación escolar.
Los drones en el mercado eran demasiado caros para que los estudiantes pudieran comprarlos, así como también las piezas de repuesto que se necesitaban. Fue entonces cuando Mike Santolupo, jefe de departamento de Estudios Tecnológicos y de Diseño, se dio cuenta de que era una oportunidad perfecta para que los estudiantes perfeccionaran su pensamiento de diseño y habilidades para resolver problemas.
Utilizando la impresora 3D Stratasys FDM y los materiales ABS de grado de ingeniería, se creó en la clase un diseño modular detallado y planos de construcción para el drone, piezas construidas que eran lo suficientemente livianas para realizar el aterrizaje y que podían reemplazarse fácilmente en caso de una falla u otro mal funcionamiento.
Al principio, los estudiantes subestimaron lo difícil que sería crear cada pieza para soportar el impacto del aterrizaje, pero rápidamente se dieron cuenta de que la impresión 3D ofrecía una solución única. Con una impresora Stratasys FDM en el aula, el equipo podría imprimir piezas en 3D de repuesto después de los vuelos de prueba.
La impresión 3D ayudó a los estudiantes a superar cualquier problema que pudieran haber encontrado, esto fue posible por la rapidez con la que la impresora 3D pudo construir nuevas piezas. Sin ella, los estudiantes hubieran tenido que esperar a que las piezas fueran enviadas por un proveedor minorista tradicional, retrasando el plazo final del proyecto.
La impresión en 3D permite una fácil personalización. Estar en contacto con el proceso de diseño y probar el drone mediante la impresión 3D no sólo aumentó el compromiso de los estudiantes, sino que les enseñó cómo resolver problemas de diseño a través de la persistencia y múltiples iteraciones.
Proyectos colaborativos y prácticos como éste permiten a los alumnos explorar activamente, responder y enfrentarse a los retos del mundo real, adquirirán experiencia y conocimiento que podrán aprovechar y aplicar en los proyectos más adelante. Además, con la impresión en 3D se pudo utilizar múltiples colores en el diseño, permitiendo a los estudiantes personalizar el drone de una manera que se adaptara a su aprendizaje y gustos estéticos, dándoles la solución exacta que querían y podrían sentirse orgullosos.
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