¿Sabías que el interés de los estudiantes en matemáticas disminuye significativamente en el momento en que ingresan a la escuela secundaria? Esta disminución se mide universalmente, y muchos factores han contribuido con ésta falta de interés.

Una de esas razones es la falta de conexión con lo tangible. Una manera para que los educadores construyan más entusiasmo alrededor de las matemáticas es crear planeaciones de lecciones que proporcionen resultados finales tangibles para los estudiantes, algo que les permita mantener su éxito o fracaso en sus manos.

Combatir la desconexión mediante el intercambio de ideas de lecciones se está convirtiendo rápidamente en un tema común entre los educadores y los medios de comunicación social, el reunirse a través de Twitter, blogs y otras plataformas es una forma en que una comunidad de profesores puede reunirse y compartir ideas.

La impresión en 3D como solución en el interés por las matemáticas

John Chapin, profesor de matemáticas en la Academia de Ingeniería y Tecnología, parte de las Academias de Loudoun en Leesburg, Virginia, quería aprovechar una gran idea que tuvo un estudiante conocido, quien utilizó el software de diseño CAD y tenía conocimiento de las múltiples aplicaciones de las impresoras 3D.

Los estudiantes de Chapin no tenían experiencia en diseño ni acceso a impresoras 3D. Pero estos desafíos no impidieron que Chapin utilizara las tecnologías para crear una solución única y fácilmente accesible para sus estudiantes. Sabía que cada estudiante tenía acceso a una calculadora gráfica y Desmos, un sitio web que puede traducir ecuaciones matemáticas a visualizaciones virtuales.  Desmos ayuda a ilustrar de manera gráfica las fórmulas que trabajan en clase ofreciendo una ventaja significativa en el aprendizaje, ya que mientras se explican las fórmulas en el aula se puede ilustrar directamente en la pantalla.  

Después de capturar la imagen los alumnos las convierten en un archivo de diseño CAD 3D. Al tener este archivo los alumnos realizan el proceso de impresión en 3D y es así como ellos pueden encontrar el uso práctico y se dan cuenta cómo pueden aplicar las matemáticas a la vida real. 

Es algo poderoso para un estudiante llegar a un diseño, convertirlo en ecuaciones matemáticas abstractas, imprimirlo y luego poder verlo, tocarlo y sujetarlo en sus manos.